Por primera vez en la historia del triatlón, una atleta elite femenina se adjudicó un segundo título de Campeonato Mundial consecutivo. La estadounidense Gwen Jorgensen fue coronada el viernes en Chicago luego de ganar su décimo segunda competencia consecutiva de la Serie Mundial de Triatlón 2015.
Jorgensen fue absolutamente imparable en los últimos 2,5 kilómetros pedestres y se quedó con la corona de Campeona Mundial con el puntaje perfecto de 5200 puntos en el Ranking Columbia Threadneedles.
“Es una locura, nunca pensé que ganaría en toda la temporada. Pude rendir al máximo en momentos completamente diferentes, cuando no me sentía bien, en circuitos con subidas, en cualquier circunstancia. No parece real, ” dijo Jorgensen.
Las británicas Non Stanford y Vicky Holland también subieron al podio de la Gran Final luego de tratar de mantenerse junto a la campeona a lo largo de tres de las cuatro vueltas de pedestrismo. Para Stanford y Holland, plata y bronce respectivamente, sus medallas valen tanto como el oro porque con ellas ambas clasificaron para formar el Equipo Olímpico Británico que viajará a los Juegos Olímpicos de Río 2016 Rio.
“Fue absolutamente difícil, en estas últimas semanas transpiré para lograrlo, por decirlo de algún modo. Traté de quedarme con la carrera pero estaba muy estresada. Ahora que ya está, me siento aliviada de que las dos hayamos clasificado para el equipo olímpico,” dijo Stanford refiriéndose a haber completado el proceso de clasificación olímpico de su Federación.
Holland agregó que, “Era mi objetivo para hoy. Siempre que compites quieres ganar, pero en este caso, para mí llegar al podio fue ganar. “
Como esta fue la última edición de la temporada 2015 de la SMT, también se anunció la composición del podio de la Serie. La actuación de Andrea Hewitt (NZL) fue asombrosa y le valió un cuarto lugar, lo que la impulsó a la segunda colocación en el Ranking CT de la Serie. El séptimo puesto de Sarah True (USA) le permitió permanecer en la tercera colocación de la Serie.
Condiciones climáticas agradables dieron la bienvenida a las damas elite en el lago Michigan. Carolina Routier (ESP) quiso marcar el ritmo en el circuito de 1500 metros en el agua, y presionó con la intención de no perderse el podio.
Dispuestas a seguir siendo la dos y tres del Ranking Columbia Threadneedle, las estadounidenses Katie Zaferes y Sarah True se ubicaron al frente del pelotón junto a Emma Moffatt (AUS), Stanford y Holland.
Mientras corría por el Lake Shore Drive con el escenario de la línea de edificios de Chicago como fondo, Jorgensen se hizo camino hasta quedar primera saliendo de la T1.
Al inicio de las ocho vueltas de ciclismo, Flora Duffy (BER) impuso un ritmo atroz para deshacerse de algunas rivales. Una de las ciclistas más poderosas del circuito, la atleta de Bermuda continuó intentando separarse del pelotón, pero el clima de la Gran Final tiene mucho peso y no pudo alejarse del grupo de 29 ciclistas que la acompañaban.
Holland, Stanford, Jorgensen, True, Andrea Hewitt (NZL), Helen Jenkins (GBR) y Rebecca Robisch (GER) se aseguraron la posición al frente de la competencia.
A sus espaldas, Pamela Oliveira (BRA) y Jodie Stimpson (GBR), lesionada durante gran parte de la temporada, no llegó al pelotón al salir de la T1 pero como ambas son muy buenas en la bicicleta, les llevó menos de dos vueltas achicar la brecha de 15 segundos.
Charlotte McShane (AUS) mostró gran habilidad en el circuito junto a Duffy y las cuatro británicas, mientras que Jorgesen las seguía y quedaba en medio del grupo con Zaferes al fondo de las 30 mujeres.
Ashleigh Gentle (AUS) trabajó para llegar hasta las líderes pero a pesar de que pudieron acercarse, no fue suficiente para que se unieran al pelotón principal ya que las líderes hicieron la transición y enfrentaron el pavimento con 40 segundos de ventaja.
Si bien McShane fue la primera en completar la segunda transición, Holland y Stanford fueron las primeras en pasar a la joven australiana, seguidas de Jorgensen.
El trío abrió una brecha de 12 segundos tras la primera de las cuatro vueltas, para dar lugar a una batalla entre Jorgensen y Stanford que se turnaban al frente. Holland seguía firme en el tercer lugar con la esperanza de llegar a algún lugar del podio.
El duelo entre la americana y la británica continuó a lo largo de las primeras tres vueltas, y luego, veloz como un rayo, Jorgensen hizo su jugada y creó tal diferencia que cruzó la meta con total comodidad para ganar el Campeonato Mundial y la medalla de oro.