La fiesta llegó a su fin para el triatlón. Las tres carreras titánicas en París ofrecieron una miríada de momentos inolvidables que permanecerán por siempre en los atletas y en nosotros también. Antes de pasar página, compartiremos con ustedes diez de los mejores momentos del triatlón de los Juegos Olímpicos París 2024. Cada uno es memorable a su modo; desde lo divertido hasta lo inspirador o a lo electrizante, los mejores momentos de París tienen un poco de todo.
10) Las antiparras
Esto era lo último que quería que le pasara: Csongor Lehmann perdió sus antiparras en la primera boya y tuvo que completar la primera disciplina prácticamente sin poder ver. Si bien el resto de los competidores tenían sus antiparras y gorras bien ajustadas, Lehmann salió del agua sin nada y algunas personas del público llegaron a pensar que un espectador había saltado en el río con los atletas y se preguntaron cómo era posible que hubiera nadado tan bien.
Sin embargo, Lehmann no se dejó abatir por este desafortunado incidente en su debut olímpico. Luego de una tarde tumultuosa que incluyó remontadas y reveses, tramos veloces y una penalización, el atleta de Hungría llegó a la meta con el décimo primer lugar. Tras ganar su primera medalla en WTCS Cagliari y luego el oro en la Copa Mundo Tiszaujvaros, Lehmann quizás esperaba más de París. Sin embargo, el desafío de nadar sin antiparras agregó lo suyo a esta mañana tan poco ortodoxa.
9) El momento viral
Tyler Mislawchuk pudo haber imaginado que podría ser viral en París por distintos motivos. Seguramente entre ellos, estaría un rol estelar y un gran resultado en la carrera masculina. Y ciertamente, en el inicio de la etapa pedestre se encontró luchando por el bronce junto a los fevoritos locales Leo Bergere y Pierre Le Corre. Luego de años sufriendo por lesiones, el atleta canadiense parecía haber encontrado su mejor ritmo.
Finalmente, Mislawchuk llegó noveno. Sin embargo, fue verlo perder el desayuno en la meta lo que lo diferenció de sus pares. El canadiense se convirtió en una de las caras del deporte en todos los artículos y memes que siguieron. Quizás Mislawchuk esperaba acaparar la atención de los medios de otra manera, pero ciertamente demostró la simple brutalidad del triatlón olímpico en ese momento y de esa manera.
8) La camaradería
La emoción está al máximo en los Juegos Olímpicos. Años de preparación precedieron la clasificación, el evento es abrumador en sí mismo y la presión de la competencia es la más intensa en la carrera de los atletas. Por lo tanto, no es sorprendente que la meta sea el lugar en la que los atletas se pueden aliviar finalmente (y no solo de la manera en la que lo hizo Tyler Mislawchuk).
La carrera femenina nos ofreció uno de esos momentos. Emma Lombardi llegó cuarta, resultado sumamente destacado para una atleta tan joven. Poco después, Georgia Taylor-Brown cruzó la meta en sexto lugar. Aunque la británica no pudo defender la plata de Tokio, su resultado corona un regreso destacable en 2023. Olvidando sus propios sentimientos, Georgia fue a consolar a Lombardi que había pasado por el pico de presión, esperanza y expectativas que acompañaron su camino, y cuyo resultado fue el agridulce cuarto lugar. Instancias de camaradería tan generosas e inspiradoras se pueden dar en las carreras, y el momento en el que Taylor-Brown, una campeona mundial, ofrece su apoyo a Lombardi, una posible heredera del trono, estará en nuestros recuerdos y en el de ellas por siempre.
7) La pareja feliz
Algunas historias deportivas trascienden el ámbito de la carrera. En los relevos mixtos, Rachel Klamer y Richard Murray crearon un momento único porque fueron el primer matrimonio que compitió en el mismo relevo olímpico. Podría pasar un tiempo hasta que veamos otra pareja sólida de triatletas compartir un relevo, porque no hay nuevas bodas a la vista.
El Equipo Países Bajos clasificó para París a último momento cuando Klamer protagonizó una poderosa pierna final en la carrera clasificatoria de Huatulco. La pareja compitió en el mismo orden que en Huatulco con Murray pasando la posta a Klamer en París, siendo décimos en esta oportunidad. Klamer también superó a Solveig Løvseth, y dio la revancha a su equipo luego de que el cuarteto noreugo ganara la clasificatoria de Huatulco.
6) La cabeza gigante
Nunca imaginé que vería un recorte gigante de la cabeza de Pierre Le Corre hasta que lo vi. Y fue magnífico. Cuando los atletas corrían por las calles de París, la cabeza sonriente de Pierre los miraba como si fuera una deidad. Este es solo uno de los ejemplos del apoyo fantástico de las multitudes locales que se volcaron a ver los eventos.
París salió a apoyar a los equipos franceses en los tres eventos de triatlón y sus vítores y bullicio los cubrió como una ola que no quería romper. Fanáticos de todo el mundo también se aseguraron de alentar a sus astros y estrellas, y entre ellos, punto para los entusiastas de Chile que también tenían sus propios recortes gigantes de Diego Moya y que transformaron su esquina del circuito en una pequeña Santiago. Como vemos, los fanáticos en París fueron brillantes y jugaron un papel fundamental para hacer que los Juegos fueran tan especiales.
5) El regreso
Luisa Baptista soñaba con ir a París. Basándose en el ranking olímpico a fines de 2023, la campeona de las Américas 2022 y medallista de oro de los Juegos Sudamericanos tenía muchas chances de lograrlo. Y luego…el accidente.
A fines de diciembre del año pasado, Baptista fue embestida mientras rodaba en San Pablo por un motociclista que se dio a la fuga. Baptista fue llevada al hospital donde fue tratada por múltiples fracturas y lesiones en los pulmones. En ese momento había mucho más en juego que su carrera de triatleta. Siete meses después, Baptista estuvo en París viendo correr a las triatletas. Aunque no estuvo en la línea de largada, Baptista pudo ir a París y su recuperación es tan inspiradora como otros de los momentos deportivos de los Juegos.
4) El sueño
El martes a la mañana hubo mucho nerviosismo cuando se pospuso la carrera masculina. Si citara algunos de los comentarios que aparecieron en las redes sociales, este artículo sería un poco agresivo, e imagino que lo mismo podría decirse de algunos de los fragmentos de los emails de los organizadores olímpicos. Sin embargo, se solucionaron las cosas, y la carrera tuvo lugar.
Algunas cosas exceden al deporte y los esfuerzos para regenerar el Sena trascendieron al triatlón y a los mismos Juegos. De hecho, la aspiración de limpiar un río del que tanto hemos escuchado fue quizás más ambiciosa que cualquiera de los sueños en los Juegos. Se gastaron más de un billón de euros para que tuvieran lugar las carreras. El triatlón fue simplemente el escenario en el que París demostró que tanto en la vida como en el deporte, podemos atrevernos a hacer lo imposible si nos permitimos soñar.
3) La foto
¿Alguna vez vimos una final así en el triatlón? Tres equipos podrían haber ganado el oro de los Relevos Mixtos, porque la carrera se definió en menos de un segundo. La competencia femenina de Londres 2012 tuvo una final similar, pero con solo dos mujeres llegando a la meta a la par. La WTCS Final en Pontevedra 2023 fue testigo de un sprint entre tres por el triunfo, pero no tuvo el mismo peso. Además, dos de las tres personas que ganaron medalla en Pontevedra no tenían posibilidades de ganar el título mundial. El caso del relevo de París fue algo distinto.
Cada una de las medallistas también tenían sus propias historias. El Equipo Alemania, campeón mundial vigente, ganó el oro y redimió a Lisa Tertsch y Laura Lindemann que no hicieron podio en las carreras femeninas. Taylor Knibb fue medalla de plata por segunda vez, mientras que Alex Yee y Georgia Taylor-Brown completaron el podio olímpico con el bronce con lo que así se precian de tener medallas olímpicas de todos los colores. Solamente su compatriota Jonathan Brownlee había logrado la hazaña hasta ahora. Sin embargo, la historia más grande es la de la foto de la meta. El triatlón nunca había visto algo así; esta final se ubica como la mejor de la historia.
2) La remontada
Cuando Alex Yee pasó a Hayden Wilde llegando desde una posición desesperanzada, se escuchó un rugido colectivo por parte de los reporteros de todo el mundo. Wilde parecía tan seguro de su triunfo cuando solo faltaba un kilómetro hasta la meta, que los titulares e introducciones ya se habían escrito aclamándolo como nuevo campeón olímpico. Y luego Yee los hizo borrar todo.
Una brecha de 14 segundos faltando una vuelta es muy difícil para superar. Wilde parecía invencible. Con su reloj en la mano, el neozelandés estaba construyendo el triunfo olímpico más grande. Inclusive los fotógrafos habían decidido que ya tenían la foto. El momento en el que Yee se acercó a Wilde y después lo pasó quedará en la historia olímpica como uno de los más inolvidables en el final de una carrera.
1) El rugido
Fue volcánico. Luego de la demora para la carrera masculina, el desafío del camino resbaladizo, la reducción gradual del grupo de líderes y luego la tensión de los 5km finales, Cassandre Beaugrand le dio un momento de respiro al público francés.
Julie Derron había impuesto el ritmo en la mayor parte del pedestrismo, mientras que la actual campeona mundial Beth Potter acechaba peligrosamente. Sin embargo, Beaugrand llegaba para el oro y el rugido que la antecedió solo puede medirse con la escala de Richter. Fue la certeza colectiva de que Francia iba a ganar su primera medalla y de que podía ser dorada. Fue la comprensión colectiva de que estaban viendo el desarrollo de los increíble. Fue todo lo que Francia había esperado y más. A veces, el momento en que ganas no está en la meta, y Cassandre Beaugrand lo demostró en París.