World Triathlon

Con un dominio casi total, el equipo de los EEUU se adjudicó su primer Campeonato Mundial de Relevos Mixtos ITU en Hamburgo.

El equipo americano gozó de un pequeño margen que impediría tener sorpresas en la etapa final, pero detrás, eran tres los países que luchaban por los dos lugares restantes del podio. Por segundo día consecutivo, el ganador de la medalla de plata se definió con una foto y Australia nuevamente estuvo involucrada. Ryan Bailie dio la plata a su equipo, mientras que Alemania se quedó con el bronce para deleite de los presentes. Francia obtuvo el cuarto lugar.

Las condiciones fueron ideales y miles de espectadores se volcaron a las calles para disfrutar de uno de los formatos más emocionantes de nuestro deporte. En los Relevos Mixtos, cada miembro de cada equipo complete un mini triatlón siendo el orden alternado entre hombre y mujer.

Al inicio de la carrera, Gwen Jorgensen le dio ventaja a su equipo cuando usó su velocidad pedestre para darle la posta a su compañero Ben Kanute. Luego fue el turno de la alemana Laura Lindemann y más tarde, de la francesa Cassandre Beaugrand.

Aunque Kanute tenía una ventaja de 11 segundos cedida por Jorgensen, en los 300m de natación, Aurelien Raphael se acercó peligrosamente a Kanute, que se convirtió en el hombre clave de su equipo gracias a una excelente actuación en la bicicleta que dio el empuje necesario para acrecentar la diferencia que lo separaba de los demás competidores.

“Ni yo sé cómo hice, fui a toda marcha. Me sentí muy bien en la bicicleta, y con Raphael no trabajamos muy bien, así que hice una jugada y me encontré al frente y fui por todo,” dijo Kanute sobre su participación.

Detrás, el francés Raphael pedaleaba en solitario, pero el sudafricano Henri Schoeman lo alcanzó a pie y las dos naciones pasaron la posta a la vez. Todo hacía suponer que los EEUU, Francia y Sudáfrica llegarían para las medallas, pero Rusia, Gran Bretaña y Australia tenían otros planes por lo que la tercera etapa fue pivotal para el resultado de la competencia.
La rusa Alexandra Razarenova nadó tan bien que se emparejó con la francesa Audrey Merle y la sudafricana Gillian Sanders. Las tres pedalearon juntas a lo largo de las dos vueltas de ciclismo, pero la británica Jodie Stimpson logró un ritmo brutal con la ayuda de la australiana Emma Jackson. Juntas llegaron hasta las líderes y entonces cinco naciones se disputaron la plata y el bronce.

Gran Bretaña se mostraba poderosa con Stimpson corriendo a paso firme pero por una equivocación, el equipo pasó la posta junto a los otros y así se eliminaron las chances de un surgimiento pedestre. Los EEUU contaban con un minute de ventaja cuando Kirsten Kasper fue relevada por Joe Maloy, quien mantuvo la posición para su país y cruzó la meta para recibir el abrazo de sus compañeros.

“Creo que tú lo has dicho, la clave está en el equipo. Yo fui el que crucé la meta pero todos nos dimos la mano en los relevos, no podría haberlo hecho sin mis compañeros. Siempre competimos individualmente así que es muy reconfortante hacerlo en grupo, hay mucho detrás de escena, mucha camaradería. Es un ejemplo de trabajo grupal, es genial,” dijo Maloy.

Sin embargo, la lucha no había concluido a sus espaldas. Los perseguidores pedalearon juntos en las dos vueltas de ciclismo y dejaron todo para la etapa pedestre. El francés Anthony Pujades, el australiano Bailie, y el alemán Gregor Buchholz corrieron juntos a lo largo de la alfombra azul. Buchholz y Bailie pasaron a Pujades, y finalmente Bailie superó a Buccholz y se quedó con la plata.