En 2006 Erin Densham (AUS) fue coronada Campeona Mundial Sub23, en 2007 ganó el Campeonato de Oceanía…y sus éxitos continuaron: clasificó para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
A fines de 2009 Erin fue intervenida quirúrgicamente para corregir una taquicardia supra ventricular, por lo que el nuevo período olímpico tuvo un comienzo poco promisorio. Sin embargo, Erin retornó en 2010 con la determinación de dar que hablar, aunque no logró completar cuatro eventos de la serie mundial de triatlón, incluyendo la Gran Final de Budapest. Tras esta temporada un tanto decepcionante, Densham decidió encarar el año 2011 de un modo distinto, arriesgado; y fue así que dio todo de sí para lograr clasificar para un nuevo Juego Olímpico.
Esta decisión fue acertada: Denham irrumpió en la tabla de posiciones desde el comienzo gracias a un impresionante triunfo en la Copa Mundial Mooloolaba, en su Australia natal. Luego de este triunfo, ganó su primer evento de la Serie Mundial de Triatlón ITU en Sídney; sin dudas su victoria de Mooloolaba no había sido casual.
Y Densham no se detuvo, en Estados Unidos fue medalla de plata en San Diego. En Sídney fue líder en el agua, en Mooloolaba su etapa pedestre fue contundente y en San Diego fue veloz corriendo a pie y pedaleando. Así se ubicó a la cabeza de la selección olímpica y demostró que era temible en las tres disciplinas.
Y la australiana también nos mostró su habilidad en las carreras sprint al quedarse con la medalla de plata de la Copa Mundial Banyoles distancia sprint. Densham necesitaba esta experiencia para encarar la carrera de Hamburgo de la mejor manera. A pesar de un déficit de 30 segundos en la etapa de natación y con una distancia menor para recuperarse, Densham lo hizo y su tiempo pedestre fue inferior a los 16 minutos. Así agregó un nuevo triunfo a su temporada. Londres no sería un problema, como no lo había sido en 20111. Su ritmo implacable le dio una nueva medalla.
Aunque Nicola Spirig (SUI) y Lisa Norden (SUE) la superaron , Densham escribió su nombre en los anales de la historia al adjudicarse el bronce olímpico.
La atleta ahora fue en busca del título mundial, su quinto puesto en Estocolmo la ubicó a la cabeza del ranking de la serie. Todo indicaba que sería la rival de Norden en Auckland, pero cayó enferma y no logró finalizar la carrera.
A pesar de no haber ganado el título mundial, su temporada fue sumamente exitosa: bronce olímpico, cuatro podios en la serie- dos de ellos triunfos. Erin tiene 26 años, y su talento nos indica que aún tiene mucho para dar y demostrar.