En un electrizante primer día de competencias de Campeonatos Mundiales en Wollongong, Richelle Hill (AUS), extasió a sus compatriotas al llegar desde atrás y quedarse con el oro para el país sede. Wollongong fue testigo de un final de carrera impactante en el que tres cambios en la punta desafiaron el orden establecido.
“Confié, despejé mis dudas, lo hice por la gente, usé toda mi experiencia en esa corrida final,” dijo Hill. “Lo único en que pensaba es que mis piernas tenían que llevarme hasta la meta primero, ellas estaban cerca. Estoy muy orgullosa.”
La natación se desarrolló en un mar agitado. Márta Kropkó (HUN), con el número uno, lideró a las competidoras en la carrera a la T1. La húngara fue una presencia llamativa al frente con su traje de neopreno sin mangas – no su única elección de equipo para la carrera como veremos después. Kropkó quería un gran resultado luego de que su hermano se quedara con la plata en la carrera Sub23 masculina más temprano.
Britney Brown (USA) se ubicó al lado de Kropkó en el agua, al igual que Sophia Howell (CAN). Aviv Howell (ISR) se sumó al trío al inicio del segmento en bicicleta. El segundo pelotón era numeroso y se veía desorganizado. La diferencia de 13 segundos se mantuvo al final de la primera de las siete vueltas. Franka Rust (GER), medallista en la reciente Copa Mundo Roma, se hizo cargo de la persecución.
Rust alcanzó a las punteras y se formó un pelotón de 25 ciclistas. Luego, el tempo bajó hasta que un ataque tardío de Hill volvió a dar energía a la carrera. Sin embargo, la competencia cambió de dirección y cada segundo aumentó el dramatismo.
Rust llegó chirriando a la T2, y frenó tan abruptamente y tan tarde, que pareció se caería sobre la alfombra azul. Pero su habilidad lo impidió y salió a correr primera junto a Ilona Hadhoum (FRA). Mientras tanto, Kropkó se tomó un par de segundos para algo inusual: ponerse calcetines antes de empezar a correr.
Hill quedó puntera en la primera vuelta pedestre. Un pequeño pelotón la seguía hasta que alguien hizo un movimiento que nadie vió venir. Heidi Juránková (CZE) pasó al frente, Kropkó se hizo camino hasta el grupo líder y se sumó a Hill, Rust, Hadhoum, Naomi Ruff (USA), Tara Sosinski (AUS), Angelica Prestia (ITA) y más tarde Maria Casals Mojica (ESP). Pero Juránková corrió con comodidad hasta lograr una ventaja de 8 segundos.
La checa tambaleó antes de que Prestia atacara en la penúltima vuelta. Solo Kropko pudo seguir a la italiana. Juránková miró sobre su hombro y de repente tenía a Prestia justo detrás. La confusión de la checa dio ventaja a Prestia quien asumió el control de la carrera. Kropkó también pasó a Juránková que se detuvo por un instante.
Kropkó y Casals perseguían a Prestia y más atrás, una veloz Manami Hayashi (JPN) ganaba terreno. Nadie se movía tan rápido como la japonesa que de todos modos tenía demasiado trabajo por hacer.
Kropkó y Hill se separaron al entrar a la sección cuesta arriba de la última vuelta, Casals y Hayashi todavía tenían chances. Y luego, tal como Juránková presagió el ascenso de Prestia, la italiana se dio cuenta de que se había movido demasiado pronto, pero apretó los dientes y siguió batallando.
Kropkó se desprendió momentáneamente de Hill en el último kilómetro. Parecía que tenía una medalla asegurada, pero ¿de qué color sería?
A la vez, Prestia tenía la alfombra azul a la vista. Y luego Hill encontró un segundo, tercer, cuarto y quinto impulso, y fue tras Kropkó. Prestia llegó a la alfombra primero, pero se quedó sin energía. Hill tampoco tenía más para dar, excepto por ese empujón que la llevó a pasar a Prestia. Motivada por la multitud rugiente, Hill aceleró y se quedó con el oro en una definición muy poco predecible.
Prestia ganó la plata y mejoró su tercera colocación de 2023. “Traté de dejar todo, y estoy feliz porque volví al podio luego de dos años, dos años difíciles.”
Una feliz Kropkó llegó tercera, unos segundos después. “No tengo palabras. ¡Estoy tan feliz!” dijo y agregó, “Quería ser como mi hermano: si él lideró la salida del agua yo también lo iba a hacer.” Y como él, la joven subió al podio Sub23.
Hayashi fue cuarta, Casals y Juránková completaron el top-6. Se escribirá mucho sobre esta carrera, pero la palabra final le pertenece a Hill, que dijo, “¡Santo cielo!”
